El espíritu navideño ya está presente en las calles y con él la llegada de un sinfín de aromas y sabores que nos endulzan el corazón. Durante estos días, se respira un clima festivo que nos contagia de energía positiva, y sin dudas, se trata de un momento clave para ir pensando con qué menú recibiremos esa noche del 24 tan especial para toda la familia.
Resulta sorprendente cómo cada cultura adopta los platos que constituyen una verdadera insignia en cada Navidad, por lo que en Flur Magazine te proponemos hacer un recorrido gastronómico por países de diferentes continentes para ahondar en sus costumbres culinarias tan variadas como sabrosas.
Costa Rica
Una de las comidas navideñas más características de este país latinoamericano, son los tamales. Probablemente, nunca hayas oído hablar sobre este plato que reúne a las familias costarriqueñas alrededor de la mesa. Sin embargo, el tamal constituye un verdadero ritual en el que cada integrante del hogar colabora con sus distintas etapas de su elaboración: una masa a base de harina de maíz, relleno de verduras, pollo o carne roja y unas hojas de plátano a modo de envoltorio que dan el toque final. A la hora de disfrutar el ansiado postre, quien domina la escena es el tradicional pastel tres leches, cuya esponjosa textura deleita el paladar de cualquier comensal. La bebida que definitivamente no puede faltar es el rompope elaborada con leche, yemas de huevos, canela, vainilla, azúcar y licor para dar vida a una copa bien fría.
Bulgaria
Lejos de preparar suntuosos banquetes, en Bulgaria la Nochebuena se vive sin ningún tipo de lujos, rescatando y honrando el verdadero sentimiento de este día especial en el que se conmemora el nacimiento de Jesús. Es por ello que sus platos prescinden de carne y lácteos para reflejar un manto de austeridad que aglutina a la familia. Los vegetales son protagonistas de las comidas, combinados con pasta, hongos y arroz. A su vez, el pan está presente en sus mesas pero en una versión denominada “pitka” que guarda una gran particularidad ya que en su interior contiene unos papelitos con mensajes de buenos deseos, que cada integrante de la familia recibe al cortar su porción. Definitivamente, este ritual familiar inspira una inmensa ternura capaz de conmover a cualquiera.
Etiopía
El plato típico de este país es el doro wat, un apetitoso estofado de pollo condimentado con especias que realzan el sabor. Esta comida navideña suele ser acompañada por un pan similar a un panqueque que recibe el nombre de injera el cual oficia de fuente y a su vez de cuchara. Cabe destacar que este pan se caracteriza por ser muy saludable gracias a que es gluten free, por lo que los etíopes lo pueden disfrutar sin restricciones. La bebida ocupa un lugar preponderante en la celebración, siendo la cerveza y el vino casero elementos infaltables.
Filipinas
Si bien son pocos los países asiáticos que celebran la Navidad, Filipinas posee un espíritu que la destaca no sólo en su continente sino en el mundo. De hecho, las celebraciones en este país comienzan en setiembre y continúan hasta los primeros días de enero. La comida elegida por los filipinos es el cerdo asado, en cuya elaboración se involucra toda la familia. Otra clásico es un pollo relleno denominado rellenong manok, que tiene la peculiaridad de no contener ningún hueso en su interior, resultado de un minucioso trabajo. Aquel ingrediente que constituye un pilar en la tradición culinaria filipina es sin dudas el arroz, con el cual se elabora un delicioso pastel llamado bibingka que a su vez contiene leche de coco y constituye el aclamado postre navideño.
Australia
Australia recibe la navidad en medio de las altas temperaturas del verano. Pero lo cierto es que el calor no es un impedimento para emprender una aventura culinaria y poner el horno en su máxima potencia. Una de las comidas elegidas para celebrar la navidad australiana es el jamón glaseado con miel, y esta apetitosa carne suele ser acompañada por manzanas asadas o salsa de arándanos. Por otra parte, muchos son los que se inclinan por el pescado para celebrar estas fechas. Y nada mejor que la torta Pavlova para endulzar las fiestas y completar el menú navideño de la mejor manera. Merengue por doquier y un colchón de frutos rojos adornan un postre que debe su nombre a una legendaria bailarina de ballet.
Gracias a la diversidad cultural existe una multiplicidad de platos navideños que con tanto arraigo conforman las tradiciones de cada país. Si bien las diferencias en lo gastronómico son notorias, hay algo que une a todos: la reunión de la familia en torno a una celebración llena de simbolismos. Por eso, te proponemos que esta Nochebuena disfrutes de un delicioso manjar junto a tus seres queridos, sin perder de vista el verdadero sentido de una celebración que nos invita a reflexionar desde lo más profundo de nuestro ser.
Artículo realizado por Belén Batlle
