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Britney Spears

It’s Britney OK!?

Mucho se ha hablado sobre Britney en los últimos meses, pero no de su talento ni de sus shows sino de la preocupación que tienen sus fans sobre su vida privada. ¿Y esto por qué? Seguí leyendo y enterate de todos los detalles.

Para poder hablar de Britney, primero tenemos que contextualizar sobre cómo ha sido su vida hasta hoy día y entender que la vida de esta artista tiene un lado A y un lado B.

Si comenzamos por el lado A, podemos decir que Britney Jean Spears es una chica estadounidense cuya carrera artística comenzó a la temprana edad de ocho años en el Show de Mickey Mouse, un programa para niños que sirvió como trampolín para artistas como Christina Aguilera, Ryan Gosling y Justin Timberlake. 

A finales de los años 90’s, con tan solo 16 años Britney lanza su primer disco solista con los temazos “Baby one more time”, “Crazy” “Oops… I did it again”, entre otros. Antes de cumplir 20, Spears vendió más de 25 millones de álbumes en todo el mundo y fue catalogada como la “Princesa del Pop”.

Britney Spears

Nueve discos, seis películas, decenas de reconocimientos y una residencia en Las Vegas después, Britney Spears es una referente en el mundo del espectáculo y un pilar fundamental en todo el movimiento LGTB+ en el mundo entero.

Pero ahora quiero hablarles sobre el lado B, el lado que ha salido a la luz en los últimos meses y que tiene muy preocupado a sus fans.

¿Y por qué hablo de fans y no incluyo a los medios de comunicación? Porque pudiéramos afirmar que los tabloides, periodistas y paparazzis han sido la criptonita de Britney durante toda su carrera.

Si contextualizamos este lado B lo primero que tienen que entender es que Britney surgió en una era musical en la que las bandas masculinas eran lo TOP (Backstreet Boys y N’Sync), y Britney se fue abriendo camino con su energía y talento en una industria racista y misógina.

Britney Spears

Independientemente de si el presentador del show o el entrevistador era hombre o mujer, Britney tuvo que enfrentarse a las preguntas y cuestionamientos más duros que un artista tuviera que contestar. Y ella, como cualquier niña de 16 años, fue muy inmadura e inocente contra estos “creadores de matrices de opinión” de la época.

Preguntas cómo ¿Tienes novio? ¿Te has besado con alguien? ¿Eres virgen? fueron algunas de las preguntas que con 16 años Britney contestó frente a millones de espectadores.

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Pero sin lugar a dudas, el primer punto crítico ocurrió tras la ruptura con el cantante Justin Timberlake, en la que los medios decidieron parcializar su enfoque y culpabilizar públicamente a Britney del fin de la relación, tras Justin haber lanzado el videoclip “Cry me a river” en la que da a entender que Britney le había sido infiel.

Britney Spears

Entrevistas en las que la expusieron e hicieron llorar, notas en las que le forzaron a Justin a responder si había tenido o no relaciones con ella, e insistencias hacia Britney para que contestara “¿qué hizo para causar la ruptura?”, a sabiendas de que ambos habían sido infieles, fueron un poco el panorama de la posición que tomaron los medios de comunicación ante esta situación.

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Pero lamentablemente esto no quedó ahí, el acoso y el hostigamiento que vivió Britney a partir de ese momento, viéndolo en perspectiva a través del documental del The New York Times “Framing Britney Spears” fue una completa pesadilla.

Cabe destacar que durante esos años, los medios ganaron alrededor de 8 millones de dólares anuales con los contenidos y primicias que se publicaban sobre Britney. Y ni que hablar de que los paparazzis podían vender hasta por 1 millón de dólares una foto de ella.

Lo que se decía de Britney se volvió más importante que lo que hacía ella con su trabajo.

Cada uno de los pasos que hacía Britney fue capturado y juzgado por los medios. Y este afán de conseguir una foto, fue lo que hizo que un día su hijo no parara de llorar y ella para calmarlo lo puso en su regazo y surgió la épica toma de ella manejando con su hijo al frente.

Los medios se encargaron de darle básicamente el título de mala madre, hasta que su ex marido con esas pruebas, consiguió que le quitaran custodia compartida de sus hijos y fue ese el segundo punto crítico de su vida privada.

Britney Spears

Una noche fue a ver a sus hijos a casa de Kevin Federline, su expareja, quien no le permitió verlos y ella ,en el desequilibrio emocional que vivía, fue a una peluquería, pidió a la encargada que le quitara las extensiones que le dolían, la encargada se niega y Britney decide agarrar la máquina de cortar el cabello y se rapa. Vuelve a ir en auto a casa de Kevin, él no accede a que entre y ella vuelve a irse, perseguida por los paparazzis. 

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Ella se detiene en una estación de servicio y los paparazzis no paraban de disparar sus flashes contra su auto; es aquí cuando ella sale con una sombrilla y comienza golpear el auto de uno de los paparazzis para que literalmente, la dejaran en paz.

Esto es una pequeña muestra de cómo en una noche, una persona que no está pasando por un buen momento y además está siendo hostigada reacciona ante esta situación y sus acciones son captadas y difundidas ante millones de personas quienes sin realmente sentarse a pensar en el trasfondo de esta situación solo se dedicaron a decir: “Britney está loca”.

Personalmente considero, que en ese momento Britney gritaba de forma no verbal que ya no era esa “princesa americana” que tanto querían que fuera, ya esa Britney no está más porque fueron los mismos medios quienes la hicieron pedazos de a poco. 

Los medios en ese momento priorizaron la inyección de dinero que el sufrimiento de Britney les generaba y fue por esta época que el padre, Jamie Spears, resurge de las cenizas. ¿Y por qué digo que resurge? porque la realidad es que Jamie siempre fue un padre ausente por lidiar con problemas de adicción, drogas y alcohol.

Es así como una noche, es forzada a entrar a rehabilitación y su padre solicita la curaduría de Britney.

¿Qué es la curaduría?

Es un arreglo legal único, generalmente diseñado para personas mayores que no pueden cuidarse ni valerse por sí mismos ni de su dinero, y se le otorgan poderes especiales a una persona o institución para tomar las decisiones por ellos.

En el tema de las curaciones siempre se busca “actuar en el mejor interés del pupilo” y en el caso de Britney se alegó que estaba rodeada de personas con influencia indebida, que podían hacer que la artista invirtiera o básicamente entregara su dinero donde o a quien no debería. Y bajo esa justificación de “preocupación” su padre y el abogado Andrew M. Wallet pasan a ser sus tutores, en pocas palabras, pasaron a controlar cada uno de los aspectos de la vida Britney: físico, económico, empresarial, personal, TODO.

Una vez que ya todo esto se plantea y Britney se reúne con Adam Streisand, un abogado defensor al que le dice que si bien entiende que no va a poder evadir la curadería, le gustaría que fuese una entidad independiente quien la maneje y no su padre. Al final, la jueza del caso designa a otro abogado defensor, se acuerda la tutela permanente del padre y Wallet, e inmediatamente ella comienza a recuperar los derechos de visita de sus hijos.

Ya para el año 2008, es el gran comeback de Britney con nuevo disco, nuevo documental, una nueva gira, residencia en Las Vegas y ser jurado de un show de talento que la tenía ocupada y generando al año más de 58 millones de dólares a los que sólo tenía acceso su padre.

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Para estos momentos, el auge de las redes sociales fue creciendo a pasos agigantados, al igual que la comunicación de los artistas con su público. Y el caso de Britney es bastante particular, porque es el medio por el cual sus fans van “siguiéndole el rastro”, ya sea para apoyarla o para alimentar las preocupaciones por lo peculiar que suelen ser sus contenidos.

 

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Incluso, Babs Gray creó un podcast llamado “Britney’s Gram”, en el que se dedica a conversar y descifrar los mensajes encriptados que puede estar diciendo Britney a través de sus contenidos.

En 2018, Andrew M. Wallet solicita a la corte un aumento, ya que según su declaración, “las actividades comerciales de la curaduría se han acelerado enormemente debido a conseguir el mayor bienestar para Britney y el promover sus actividades profesionales. Y como los próximos años prometen ser muy lucrativos para el patrimonio de su tutela, esta tutela debería verse más como un modelo de negocio híbrido”.

Unos meses después, Britney cancela su residencia en Las Vegas porque su papá comenzó a presentar problemas de salud. Y fue aquí cuando comenzó el final del  cuento de hadas para Jamie Spears.

Comenzaron unos meses inciertos, Andrew M. Wallet renuncia a su tutela (justo después de haber pedido un aumento) y Britney tras no haber aparecido durante 2 meses realiza una publicación un poco inusual en Instagram y todos comienzan a especular sobre ello.

Las chicas del podcast “Britney’s Gram” reciben un mensaje de voz anónimo en el que comparten la información sobre el modelo de negocio híbrido al que se quiere llevar la curaduría y ellas comparten ese audio como parte de la campaña #FreeBritney 

 

Jamie declara que la justificación de este movimiento es falso, Kevin Federline solicita una orden de alejamiento contra Jamie y en 2019 Britney señala públicamente que quiere cambios en relación a su curaduría: indica que le gustaría que un banco, Bessemer Trust, se convirtiera en el co-conservador de su patrimonio de 60 millones de dólares y que de no quitarle el poder a su padre no volvería a realizar ningún show. El 11 de febrero de 2021, el juez aceptó esta co-tutela.

Por otro lado, y sumándole peso a este lado B, tras el lanzamiento del documental de The New York Times, Justin Timberlake admitió públicamente el error que cometió en aquella época, al dejarse llevar por los medios y literalmente dejar que lincharan públicamente a Britney; situación que volvió a repetir y aceptó su error con Janet Jackson tras el problema de vestuario durante su Halftime Show del SuperBowl de 2004. Además, la semana pasada el actual novio de Britney Spears, Sam Asghari declaró públicamente la poca estima que le tiene a su suegro.

Todas estas reacciones que ocurrieron tras el documental Framing Britney Spears solo incrementan las preocupaciones de los fans sobre cómo está Britney en estos momentos.

¿Consideras que Britney es una víctima o un producto más de la industria? ¿Crees que en algún momento Britney logre recuperar su completa libertad?

Artículo por Moiraful

2 Comments

  1. Eres la mejoooooor Moira!!! Esta súper completo e informativo, lo que habían aprobado este año no había entendido que era pero así creo que entiendo más! Espero leer más de Moiraful👌🏼👌🏼

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