Encontrar un estilo propio no es tarea sencilla: abundan los estímulos en redes sociales, las modas pasajeras y las presiones culturales. Por eso, creamos esta serie de enrevistas en las que conversamos personas con una personalidad única a la hora de vestirse. Hoy es el turno de Gaby Bachini.
Por Alejandra Pintos
Ficha técnica
Nombre: Gabriela Bachini. Edad: 30 años / Signo solar: Sagitario / Lugar de nacimiento: Montevideo / Ocupación: Gerente de tienda en Renner.
Gaby sabe jugar con los colores. Lo hace sin esfuerzo —al menos aparente—. Combina rosa con verde o verde con anaranjado de forma orgánica. Eso, en una sociedad como la uruguaya que tiende a los tonos neutros, al gris y al beige, es un mérito no menor. También juega con siluetas y, como ella reconoce cuando la entrevisto, ya no le «importa marcar la figura» de su cuerpo. Prefiere, en cambio, jugar con siluetas oversize. Ella lo encuentra más interesante. Y yo también.
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¿Cómo definirías tu estilo?
No puedo definir mi estilo, no me gusta encasillarme. Siento que si le pongo un nombre ya me voy a limitar y es justamente lo que trato de no hacer. Si me gusta algo, lo uso. Eso es lo que me hace sentir libre y cómoda a la hora de vestirme. Si tuviera que usar una palabra sería «ecléctico».
¿Cuál es esa prenda que te hace sentir “vos”?
Cada vez me siento más cómoda con el hecho de no marcar tanto mi cuerpo. Cualquier prenda que tenga una silueta holgada, como los buzos oversize, me hace sentir muy cómoda, libre. Últimamente uso jogging todo el tiempo.
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¿Cuándo sentís que empezaste a desarrollar tu estilo? ¿Cómo fue evolucionando?
No sé con exactitud en qué momento fue, pero desde muy chica estoy interesada en el mundo de la moda, viendo muchas referencias. De todas formas, fue el año pasado hice un click y me solté, en parte por la pandemia. Entendí que me tenía que dejar llevar y ponerme lo que a mí me gusta y no lo que le gusta a los demás solo para encajar o tener la validación del otro. Todos los días voy probando algo nuevo, voy mezclando estilos que la «regla» dice que no se podría.
¿Qué no te pondrías nunca?
Ya no puedo decir que no usaría ninguna prenda porque, por ejemplo, odiaba las crocs y decía que nunca me las iba a poner. Hoy por hoy tengo un par que me gustan. O no sé si me gustan, capaz estoy influenciada por la tendencia (risas).
¿Cuál es la receta que nunca falla?
Siempre tengo algún jean que siento que me queda bien, que me gusta cómo me calza, con una camiseta o musculosa blanca y un blazer bien oversize, cuanto más grande mejor. Y lentes, siempre lentes. Completan el look.
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¿Qué consejo le darías a alguien que está buscando su estilo?
Hay que divertirse, dejar de vestirse para los demás y vestirse para uno mismo. Esa es la clave y es ahí donde uno va descubriéndose, cuando te sacás las imposiciones de los demás te vas dejando ser. También creo que no es necesario seguir tendencias porque te volvés loco, es inviable seguirlas todas.
La vestimenta es un lenguaje y comunicamos muchísimo a través de ella, entonces está bueno pensar qué queremos decir y expresarnos.
¿Seguís alguna regla?
No sigo ninguna regla, ni de proporciones, de combinaciones, ni nada de eso. Al contrario, lo que hago es animarme a combinar lo impensado o lo que te dicen que no funcionaría. Eso es lo que sorprende más.
Si tuvieras que quedarte solo con una prenda de tu guardarropas. ¿Cuál sería?
Me quedaría con un tapado color rosa chicle porque me encanta el frío para vestirme y ese es mi abrigo favorito. Es un color súper vibrante. Me pongo eso y no se necesita más nada. Me siento todo cuando lo uso.
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