Después de pasar meses enteros en joggers y pijamas, la temporada de otoño invierno le hizo lugar al outfit más elegante de todos los tiempos.
Por: Jimena D´Annunzio
La moda nos refleja. A nosotros y a la época en la que vivimos. Sin percibirlo, la moda se adapta a todo lo que necesitamos. Un ejemplo de ello es como se sumó a las necesidades de los consumidores durante la pandemia y como lo está haciendo ahora cuando la nueva normalidad nos toca la puerta.
Comenzamos a dejar atrás meses en los que pasamos mucho tiempo en casa. Durante esta época la moda deportiva, los joggers, pantalones sueltos e informales tuvieron un auge como nunca antes. ¿Qué mejor que estar en casa y cómodos?
Y ahora que estamos regresando a los restaurantes, las oficinas y los teatros, el más elegante de los outfits está teniendo su regreso triunfal: la sastrería femenina.
Es la tendencia que más se destacó en las pasarelas de los grandes diseñadores durante esta temporada de otoño-invierno 2021. Y la pregunta es: ¿por qué nos gusta tanto?
El pantalón sastrero y el blazer, juntos o por separado son prendas que dan confianza y seguridad a la persona que lo viste. Además, es versátil, elegante y puede formar parte de un look ultra formal o también informal.
Un poco de historia de esta tendencia
Fue a mediados de la década del 60 cuando el diseñador francés Yves Saint Laurent se animó a introducir a la moda femenina el atuendo masculino por excelencia: el esmoquin.
Pero fue durante la década de los setenta y ochenta, cuando esta propuesta abandonó las pasarelas y comenzó a formar parte de la vida callejera. Es que durante este tiempo las mujeres comenzaron a incorporarse a puestos de trabajo de poder y la sastrería fue una gran opción para mostrarlo a través de la moda.
Durante la década del 90, Julia Roberts llevó esta opción a la alfombra roja, cuando se vistió de esmoquin para la gala de los Globos de Oro de 1990 para recoger su galardón como Mejor Actriz de Reparto por Magnolias de Acero.
Desde ese momento, el traje sastre mantiene la misma esencia y se incorporó al armario con las características que pocas prendas logran: ser un clásico versátil.
Los podemos encontrar en infinidad de estilos, formas, colores y estampados. Es una prenda que permite usarla en conjunto o por separado combinando la parte de arriba con otros pantalones, polleras o bermudas.
Combinaciones
Working Girl
El clásico traje oscuro puede reversionarse con simples detalles. Meghan Markle nos ha dado cátedra de eso. Con una simple remera blanca, logramos un look mucho más descontracturado e informal. También podemos aportarlo con un saco oversize o con un cinto.
Detalles femeninos
Podemos asociar los trajes con la masculinidad, pero la última película de Blake Lively, “A simple favor”, nos demostró que pueden tener detalles muy femeninos como volados, tops, pinzas o pañuelos.
Street style
Para bajar la formalidad de la sastrería hay muchas opciones. Una apuesta es combinarla con colores neutros como el gris, el off white o el negro. Otra opción es sumarle zapatillas deportivas o usar un buzo con capucha por debajo del saco.
Cuadros o rayas
Los cuadros y las rayas son un clásico que se convirtieron en los grandes protagonistas del invierno 2021 y una de las opciones preferidas para estos trajes, diplomáticas o a colores. Son ideales para combinar con una camiseta básica o, sin nada, como solo Blake puede hacerlo.
Aunque la pandemia aún mantenga en pausa nuestra vida social, tenemos una gran razón para apostar a la sastrería: va a ser un comodín de nuestro armario para siempre.
