La familia de Alta Sociedad que protagoniza la saga de nueve libros de Julia Quinn regresó a la cartelera de Netflix como la serie número uno de la temporada conquistando nuevamente a sus seguidores con los grandes bailes, plumas y diamantes.
Por: Isaelia Rojas Tattá
Tener una narradora como Julie Andrews, con su acento británico y hermosas palabras pronunciadas, durante días en tu cabeza es culpa del regreso de Los Bridgerton. En su segunda temporada, la serie de Netflix volvió para poner los ojos de sus fans y mayores críticos en los más altos estándares de la moda.
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La familia que hizo de la época de confinamiento más glamurosa y entretenida, se apodera por segunda vez de los primeros lugares a tan sólo días despues del estreno de “El Vizconde que me amó”.
Está historia de ficción, hecha por la compañía Shondaland, de Shonda Rhimes, en conjunto con los creativos Betsy Beers y Chris Van Dusen (‘Anatomía de Grey’) cautivó a sus seguidores nuevamente, que sucumbieron ante esta nueva entrega llena de bailes y divinos vestidos de época.
Basada en la saga de nueve libros de la afamada escritora Julia Quinn, los Bridgerton han conseguido plantar un hito de tendencias del high fashion, luego de un año de que se presentara esta propuesta en la plataforma streaming.
Desde la primera entrega quedó claro que ser un Bridgerton tiene un poder diferente en las familias londinenses de aquellos tiempos. Con “El Duque y yo” se mostró el fascinante vestuario plagado de joyas, plumas y pelucas curado por el gusto refinado de Ellen Mirojnick (Maléfica, El gran showman).
La brillante confeccionista contó a Vogue que para la primera producción…
tardamos cinco meses en prepararnos antes de empezar a rodar. En el equipo de vestuario llegamos a ser 238 personas. Al final, hicimos alrededor de 7.500 piezas –desde sombreros o chales a abrigos– para componer los 5.000 trajes [aproximadamente] que salían en cámara
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La ganadora del Emmy por su trabajo en Behind the Candelabra, el deslumbrante biopic de Liberace que dirigió Steven Soderbergh, se preparó nuevamente para este reto: trasladarse a la Inglaterra de 1813. La misión del equipo fue recrear escenarios de la alta Sociedad con conjuntos sofisticados bañados en un lindo turquesa brillante, verde azulado, azul oscuro y menta, sin dejar de lado los primaverales amarillos y rosas que deslumbraron desde el primer capítulo.
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La gran noticia del estreno de “El Vizconde que me Amó” puso alerta a los amantes del estilo y las tendencias así como algunos particulares que disfrutan imaginar la vida de época en Inglaterra. Esta ansiosa espera resultó del amor desenfrenado por los Duques de Hashing, que arrasaron la primer temporada dejando un vacío en los corazones curiosos por saber cómo continuaría esta novela.
Muchos estarían de acuerdo con el actor Jonathan Bailey, quien interpreta al sublime conquistador Anthony Bridgerton, en su declaración para la revista Radio Times que “el sexo y el baile son ‘el corazón de la serie». Y quizás tenga algo de razón.
También se habla que el encanto de esta saga romántica se centra en sólo eso: conseguir el amor y vivir felices por siempre. Sin embargo, se equivocan. La atención de la mayoría está conquistada por el impecable montaje de la escenografía, vestuario y banda sonora que logró impactar a la audiencia desde la pasada Navidad de 2020 hasta ahora que se vuelve a arriesgar en esta temporada.
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Que empiece la fiesta
Al ritmo de un “un, dos, tres, giro. Un, dos, tres, cambio” se desarrollaron los bailes más exquisitos que Jack Murphy, que como coreógrafo de la serie, pudo diseñar en medio de suntuosos sets, cargados de flores y decorados de luces de fiesta.
El director y productor de varios capítulos Tom Verica, mantuvo su cámara en movimiento con planos cenitales que permitían ver quién llegaba, quién hablaba, quién se tocaba.
¿Cómo hacer a un lado estos detalles? Imposible. Tal como nos narra “la desconocida” Lady Whistledown (Julie Adrews), para ser una apropiada debutante no solo debes saber lucir encantadora, sino que también deber bailar muy bien.
Con melodías estelares, el supervisor musical de la serie, Justin Kamps se encargó de trasladar temas como: Stay away, de Nirvana; Material Girl, de Madonna; Diamonds, de Rihanna a una versión orquestal, la selección deleita hasta el oído menos instruido en el tema. Y más allá de que los actores aprendieron a hablar y bailar al mismo tiempo Wrecking Ball, de Miley Cyrus – cosa que es realmente un reto- se valora que el detalle moderno se tomara en cuenta en la trama.
Este Londres victoriano que protagoniza los maratones en Netflix, con helado y pop, ahora incorpora a las hermanas Sharma, interpretadas por Simone Ashley y Charithra Chandran, quienes tampoco se alejarán de los elavorados vestidos telas floreadas, perlas y diademas llamativas para adornarse.
Una de ella es la nueva elegida como el diamante de la temporada por la elegante Reina Charlotte, papel grandiosamente desarrollado por Golda Rosheuvel quien sigue vistiendo las confecciones más glamorosas dignas de una monarca – ni hablar del estupendo sentido del humor que la caracteriza-
Tal ha sido el éxito de la primera mandataria del reino, que recientemente se confirmó un spin off -también producido por Shondaland- dedicado exclusivamente a su infancia y su historia de amor con el rey. Esta precuela será protagonizada por la actriz India Amarteifio, para darle vida a una joven Charlotte, Michelle Fairley (‘Juego de Tronos’), que se meterá en el rol de Augusta, la princesa y madre del rey George; Corey Mylchreest, como el joven rey George; Arsema Thomas, como la joven Agatha Danbury.